En este mes de febrero leemos la novela "La buena suerte" de Rosa Montero.
«La alegría es un hábito.»
¿Qué impulsa a un hombre a bajarse anticipadamente de un tren y ocultarse en un
pueblo de mala muerte? ¿Quiere recomenzar su vida o pretende acabar con ella? Tal
vez esté huyendo de alguien, o de algo, o incluso de sí mismo, y el destino le ha
traído a Pozonegro, un antiguo centro hullero que ahora agoniza. Por delante de su
casa pasan trenes que pueden ser salvación o condena, mientras los perseguidores
estrechan el cerco. La perdición parece estar más próxima cada día.
Pero este hombre, Pablo, también conoce gente en aquel lugar maldito, como la luminosa,
incompleta y algo chiflada Raluca, que pinta cuadros de caballos y tiene un secreto. Allí todos
arrastran algún secreto, algunos más oscuros y peligrosos que otros. Y algunos simplemente
ridículos. También hay humor en ese pueblo triste, porque la vida tiene mucho de comedia. Y
gente que finge ser quien no es, o que oculta lo que planea. Es el gran juego de las falsedades.
Un mecanismo de intriga hipnotizante desvela poco a poco el misterio de ese hombre, y al hacerlo
nos muestra el interior de lo que somos, una radiografía de los anhelos humanos: el miedo y la
serenidad, la culpa y la redención, el odio y el deseo. Esta novela habla del Bien y del Mal, y de
cómo, pese a todo, el Bien predomina. Es una historia de amor, de amor tierno y febril entre
Raluca y el protagonista, pero también de amor por la vida. Porque después de cada derrota puede
haber un nuevo comienzo, y porque la suerte sólo es buena si decidimos que lo sea.
Enlace de un breve video donde la autora presenta su novela. Presentación La buena suerte
Las primeras 10 páginas me parecen magistrales, unas descripciones maravillosas donde con cuatro palabras adecuadas es capaz de trasladarte al escenario de la historia. Imagino que ha de ser muy difícil mantener ese nivel tan brillante del comienzo del libro, aún así se defiende muy bien. En general me ha parecido un buen libro.
ResponderEliminarPablo admira el kintsugi, el arte japonés de reparar las cerámicas rotas con resina mezclada con polvo de oro y plata, de modo que la grieta queda bien a la vista, brillante, destacada, ennoblecida por el metal...
ResponderEliminarEse arte japonés tiene algo en común con la novela. La trama de este libro es un poco como esas grietas, personas rotas, que reconstruidos renacen para convertirse en mucho más brillantes, ennoblecidos como las grietas de esas cerámicas japonesas..